El Palacio Santa Clara es un sofisticado hotel que ocupa el majestuoso edificio de 1916, diseñado por Francisco Javier Goerlich, un arquitecto muy decisivo en la formación del perfil valenciano, pues cuenta con un gran número de obras ejecutadas. La edificación se encuentra ubicada en la Ciutat Vella de Valencia, concretamente en pleno centro de la ciudad, en la Calle Pascual y Genís, una de las perpendiculares a la Calle Colón.
El que antiguamente fue el Palacio Santa Clara, fue renovado y rehabilitado, convirtiéndose en un hotel modernista, que cuenta con una terraza espectacular y una piscina al aire libre (uso exclusivo en temporada) con zona chill-out equipada con tumbonas en su azotea, además de un restaurante en la planta baja, accesibles para cualquier cliente, independientemente de hospedarse allí o no.
Se trata de un espacio que aún conserva la esencia inicial de los años 20, pero que, no obstante, tiene un diseño y una estética de lo más vanguardista. Así pues, se genera una fusión entre la tradición y la modernidad, que se ve reflejada en sus habitaciones con un estilo vintage.
Descubrimos este lugar al poco de empezar la carrera de Arquitectura gracias a las redes sociales, y nos pareció un sitio ideal, con una gran belleza, diseño y estética, que cuida hasta el más mínimo detalle. Tanto el salón con butacas, mesas y barra que tiene en su planta baja, como el Dome Bar situado en su terraza superior, donde puedes incluso ver la puesta de sol de la ciudad, son perfectos para disfrutar de una tarde con amigas. Da igual el plan, puedes ir a tomar algo y charlar sobre mil temas, o bien, pedir un café o una infusión, acompañado de un croissant y sentarte a estudiar de una forma mucho más amena.
La arquitectura tradicional se define por las necesidades comunes de una región, pues identifica la cultura de una comunidad y varía según su funcionalidad, economía, estructura, clases sociales, creencias y tradiciones, todo dentro de un contexto histórico que enmarca al lugar y zona geográfica donde se construyeron.
El modernismo es un estilo estético típicamente urbano, que busca formas más refinadas que las ofrecidas por la producción industrial, compaginando funcionalidad y belleza en un intento de crear una ciudad agradable, elegante, moderna y alegre. Manifestación burguesa con un fuerte componente ornamental inspirado en la naturaleza, la flora y la fauna. Implica la idea de innovación, novedad y proyección de futuro.